periodismo loreto

Articulos escritos por el periodista Jaime Vásquez Valcárcel desde Iquitos, capital de la Amazonía peruana.

Sunday, September 03, 2006

Juan Saavedra Andaluz

ESCRIBE: Jaime Vásquez Valcárcel

Cuando leí los hombres astados creí que quien lo había escrito era un revolucionario. Y no me equivoqué. Desde aquel lejano verano o invierno de 1987 que el libro cayó en mis manos nunca más pude olvidar el tufillo de irreverencia que despegaba en sus páginas y hoy que tengo en mis manos El interlocutor del diablo –que espera paciente una nueva edición- me reafirmo en todo lo que pensé. Ese libro que tuve entre mis manos fue posible gracias a Rony Valera Suárez, Alcalde de Maynas, que diseñó una zaga editorial que hasta ahora no ha sido imitada por autoridad edil alguna –con excepción del Gobierno Regional que en las postrimerías de la gestión de Robinson Rivadeneyra ha presentado once libros-.

Yo pensaba que el autor de esa obra no estaba en este mundo. Ahí sí me equivoqué. Juan Saavedra Andaluz está vivido, coleando y, sobretodo, escribiendo. Esporádicamente aparecía sus escritos en Kanatari y uno tenía que leerlo para saber de su chispa, espontaneidad y sarcasmo. Pero, claro, como todos los talentos literarios de esta floresta, Saavedra Andaluz, no tiene cabida en los periódicos ni en las revistas que se editan en esta tierra. Y no lo tiene porque él valora su trabajo. Mientras todos nos hemos acostumbrado a no hacerlo. Nos hemos acostumbrado a la mediocridad y creemos que el arte de escribir es para los ignorantes. Juan Saavedra Andaluz, señoras y señores, es uno de los mejores escritores vivos que se pasea por Iquitos vendiendo su Bayuca, ofreciendo sus libros, a ver si uno de sus amigos le compra lo uno o lo otro, nunca los dos.

Juan Saavedra Andaluz es un caminante empedernido. Empina el codo de vez en cuando porque –con las excepciones que confirman la regla- la bohemia es su materia prima y no está con poses de artista. Es de una sencillez inversamente proporcional a su talento. Varias veces le he visto tomarse unos tragos. Yo nunca tuve la oportunidad de compartir su mesa. Ni siquiera para tomarme un café con sus historias. Pero, igual, siempre le consideré un revolucionario. Y no sólo por su barba. O, mejor dicho, sin su barba, Juan Saavedra es un revolucionario.

Por todas estas consideraciones no dudé ni medio centímetro cuando el editor de esta revista propuso que se le hiciera una entrevista para el segundo número. Porque este pechito disfruta de la pluma, de la palabra, de Juan Saavedra. Y, no sé si será ilusión óptica pero le veo más joven que en aquella foto del libro que tuve en mis manos en ese verano o invierno de 1987.

No es que se haya vuelto u ermitaño pero tampoco es de aquellos que frecuenta cuanta ceremonia cultural se programe. Y es que, como amante del oficio maravilloso de leer y escribir, sabe de sobe que en esas ceremonias todos disertan sobre el apoyo a la cultura, sobre libros que nunca han leído, sobre lugares que nunca han visitado. Es decir, la maldita hipocresía de siempre. Y, basta verlo caminar o escuchar algunas de sus palabras que don Juan es todo lo opuesto no sólo a la opulencia, sino a lo protocolar que muchas veces es sinónimo de hipocresía.

Yo me precio de haberlo leído en 1987 y desde esa época nunca le he perdido de vista porque sus artículos son una comprobación de lo que en aquella oportunidad creí y, felizmente, no me confundí: que es un escritor revolucionario, de esos que nacen y se hacen. Juan Saavedra Andaluz tiene la rabia dentro, no contenida sino como instrumento para su creación. Pero no esa rabia que encuentra frontera con el resentimiento sino aquella que le permite vivir de sus libros, ofrecer su trabajo. Juan, sin exageraciones, no ha nacido con un pan bajo el brazo como nos han tratado de engañar que nacen todos los muchachos en esta tierra. Él ha nacido con un libro en las manos y son esas manos que, como bien confiesa en la entrevista que concedió a Percy Vílchez- fluyen como el agua por los ríos para dar vida a sus obras que, para variar, no encuentran editoriales que las publiquen. No por falta de calidad de sus obras, sino que aún la batalla por la cultura en esta floresta ni siquiera ha comenzado, pero cuando lo haga no me cabe duda que Juan Saavedra Andaluz será uno de los primeros en ponerse en la vanguardia. Porque, señoras y señores, los revolucionarios de la palabra como él siempre encontrarán una trinchera donde guarecerse nunca para esconderse sino para escribir.
Jaime Vásquez Valcárcel es periodista loretano que ha publicado dos libros: "Ídolos de barro -memoria de un bisoño periodista" y "Cualquier tiempo pasado fue mejor". Ha trabajado en diversas publicaciones en Iquitos, es corresponsal de la cadena informativa RPP Noticias, dirige el diario Pro & Contra y conduce el programa televisivo Contrapunteo que se transmite de 10 a 11 de la noche en Canal 21 de su ciudad.

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