periodismo loreto

Articulos escritos por el periodista Jaime Vásquez Valcárcel desde Iquitos, capital de la Amazonía peruana.

Thursday, September 07, 2006

Don Alfredo


ESCRIBE: Jaime Vásquez Valcárcel

Desde que se conocieron los primeros resultados de la votación para congresistas una falacia demasiado benévola ha recorrido las diversas salas de redacción. Benévola porque el pastor Alfredo Yong Quina durante todas sus apariciones públicas –antes y después del 9 de abril- se ha cuidado de aparecer como un hombre concertador, que lo es; como un hombre que basa su discurso en la palabra de Dios y que considera ser el llamado para extirpar de nuestra sociedad lacras que en lugar de desarrollarla la han postrado. Sin embargo, las cifras oficiales –las únicas que pueden contar para un análisis serio- no deberían generar tanto entusiasmo en Yong Quina y, más bien, empujarle a trabajar no sólo fuera de su congregación religiosa sino dentro del sector evangélico que dice le apoya incondicionalmente.

Según estas cifras el Partido Restauración Nacional obtuvo en Loreto 33,471 votos para el Congreso de la República. De los cuales 20,265 fueron preferenciales para Alfredo Yong Quina. Esto quiere decir que poco menos que dos tercios de los votos “evangélicos” fueron captados por don Alfredo. También quiere decir que don Alfredo no ha sido capaz de convencer ni siquiera a los de su propio credo religioso. Sin embargo, reitero, estas cifras –observadas con objetividad y frialdad- no quieren decir de ninguna manera que don Alfredo sea incapaz sino que debe trabajar la captación de votos de una manera distinta a la que hizo en las elecciones pasadas.

Tampoco que don Alfredo se deje engatusar, menos mangonear, porque quienes hoy se le acercan para pintarle pajaritos y soplarle al oído que tiene una votación asegurada. Esos son los oportunistas de siempre que están –para hablar en términos bíblicos- menos con Dios y más con el diablo. Si bien es cierto que el caudal electoral de don Alfredo es interesante y cautivador no es menos cierto que la votación obtenida es pequeña si la comparamos con otros candidatos en elecciones anteriores. Sólo como referencia podemos decir que, por ejemplo, Robinson Rivadneyra necesitó de 103,084 votos en noviembre del 2002 para convertirse en Presidente de la Región Loreto. Y esos votos fueron de electores cautivados por el líder de UNIPOL que superaron a los obtenidos por él mismo en las elecciones congresales de abril del 2000 y mucho más de los obtenidos el siguiente año en similares comicios. Mientras que Iván Vásquez Valera tuvo que contentarse con quedar en la puerta del horno con 90,145 votos. De esas cifras logradas en el ámbito de todo Loreto –igual que la elección de abril de este año- se puede concluir que el entusiasmo de don Alfredo no debe ser para tanto. Más aún si tenemos en cuenta que en el 2000 existían en Loreto 309,561 votantes y hoy sobrepasan los 400 mil electores.

Claro que si sesgadamente miramos la votación de don Alfredo con el referente de los demás candidatos que sí obtuvieron una curul en el próximo Congreso las cosas cambiarían. Pero observar sesgadamente no sirve ni a los intereses y ambiciones de don Alfredo porque le construirán un castillo de naipe que colapsará con su propia intención de convertirse en Presidente de la Región Loreto, que hoy parece su objetivo mayor. Isla tuvo 16,838 votos de los 51,528 que obtuvo Unión Por el Perú, Mario Peña tuvo 17,885 votos de los 39,999 que obtuvo el Frente de Centro. De los 35,107 que obtuvo el APRA, 12,029 fueron para Augusto Vargas. En términos numéricos les gana a los congresistas. Pero en términos porcentuales por agrupación iguala con Isla y Vargas que tuvieron poco menos que dos tercios de la votación de sus grupos y es largamente superado por Peña Ángulo que captó poco menos que la mitad de los votos de su agrupación. Podría decirse –si queremos hablar de fenómenos electorales- que Mario Peña fue un verdadero fenómeno. Y conste que don Mario perdió estrepitosamente las elecciones municipales de noviembre del 2002 y que la votación que los lleva al Congreso no le hubiera servido para convertirse en Alcalde. Cifras para ser analizadas sin apasionamientos y sin creer que la mano Divina de Dios hará algún milagro porque don Alfredo como buen terrícola que es debe saber que en las urnas la divinidad es únicamente cosa de los votantes y ahí pueden ocurrir varias diabluras.

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