Moyobamba fue el pretexto

Desde la capital de la Región San Martín, la histórica Moyobamba –de donde se dice que descendemos la mayoría de los que poblamos la región Loreto, especialmente Iquitos- nos llega información de más protocolo, más de lo mismo. Todos los presidentes regionales amazónicos –Amazonas, San Martín, Madre de Dios, Loreto (*) y Ucayali- han coincidido una mañana no sólo para tomar un vino tarapotino o un uvachado, sino para rubricar lo que han denominado “Acuerdo de Moyobamba” y, como parece que una cita matinal no fue suficiente, han acordado que similar pantomima deberá repetirse el 16 de febrero de este año, víspera de la fecha final del carnaval amazónico que –estoy seguro- será más interesante que “la cumbre presidencial”.

A la cita de Moyobamba le han puesto el subtítulo de “Hacia un desarrollo concertado” y estoy seguro que ninguna de las autoridades ahí reunidas puede siquiera concertar voluntades en sus propias jurisdicciones. Lo que lleva a comprobar que han firmado un documento de buenas intenciones –de las que está, dicen, empedrado el camino al cielo- y meramente declarativo pero nada funcional y, lo que es peor, para nada vinculante.
Realidad que a muchos presidentes regionales amazónicos les lleva a soñar un poco y a firmar documentos que dicen más de lo mismo y seguramente justificará el encuentro en Moyobamba no sólo para aquellos elegidos por el pueblo sino para aquellos funcionarios de entidades que tienen cargos de confianza. Los presidentes regionales han “reafirmado la importancia de la región amazónica como un espacio geoestratégico tanto a nivel nacional como a nivel internacional y la necesidad de su gestión integral y ecosistémica”, dice el documento en una mezcla de discurso oficial matizado con términos grandilocuentes y por ello nada creíbles. En otro punto afirman que “reconocen que es necesario identificar prioridades regionales que consideren el desarrollo del capital humano y orienten el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, en particular de la biodiversidad amazónica como medio para garantizar la seguridad alimenticia del poblador amazónico, la superación de la pobreza, la generación de empleo productivo e inserción en mercados en el marco de acuerdos comerciales y asociaciones”. Basta ¿no? Nada nuevo. Todo limitado a declaraciones anteriores. Pero como el documento de Moyobamba debe ser extenso, añaden que “reciben con beneplácito la iniciativa de generar un proceso de desarrollo concertado para la Amazonía Peruana, que haga de esta región COMPETITIVA y que se reconozca al Perú como PAÍS AMAZONICO, abriendo así un espacio de concertación que busque la complementariedad de recursos físicos, humanos y financieros”. Pura literatura. Y de la barata. Palabras en mayúscula que desea destacar el estado de ánimo de quien la redactó. ¿Qué se nos reconozca como país amazónico? Pero si lo somos, sin necesidad que nadie lo reconozca.Para cerrar con broche de oro este documento a la nada las autoridades reunidas en Moyobamba “expresaron a la ciudad de Moyobamba (sic) en la persona del Señor Alcalde, Telesforo Ramos Huancas, su agradecimiento por la hospitalidad dispensada”. ¿Qué esperaban? Que los recibieran con hostilidad, ¿acaso? Y todavía se afirma que se han reunido para definir acciones concretas cuando lo abstracta de la misma se puede percibir en lo que ellos –con la comparsa inútil de funcionarios del IIAP, PROMPEX y FONDEBOSQUE- han firmado antes de, seguramente, almorzar frente a un riquísimo plato de cecina que al final de cuentas es más integrador que esas “cumbres presidenciales” que nuestras autoridades se empeñan en imitar.
(*) Me informo que a esta cita no pudo asistir el señor Yván Vásquez Valera debido a problemas de traslado –ya que para llegar a Moyobamba primero hay que ir a Lima, luego a Tarapoto y recién a Moyobamba- lo que no hace otra cosa que ratificar lo aquí afirmado con relación a lo protocolar y concreto. ¡Solucionen el problema de transporte, por favor, sin necesidad de “cumbres”!. A Iván –que aparece como firmante sin haber estado en la cita, lo que deviene en embuste por parte de quienes informaron lo contrario- hay que decirle con la canción de Ricardo Arjona: “tú que odias el protocolo, hermano mío”.