periodismo loreto

Articulos escritos por el periodista Jaime Vásquez Valcárcel desde Iquitos, capital de la Amazonía peruana.

Monday, July 16, 2007

Plagio charapa

Luego que ha quedado comprobado el plagio de varios artículos por parte del escritor peruano Alfredo Bryce Echenique nos queda un sabor amargo en las teclas. Que un ser humano capaz de escribir ese monumento literario “Un mundo para Julios” o esa catedral de la diversión hecha palabra como “La vida exagerada de Martín Romaña”, también sea capaz de plagiar artículos ajenos y ponerlos como suyos, sinceramente produce desazón. Alguien escribió en un periódico español: “Más que una estrella del espectáculo, Lennon es ante el mundo un icono de la paz, “y su Imagine, la banda sonora de las buenas intenciones.” Y Bryce firma un artículo publicado en El Comercio: “Más que una estrella del espectáculo, Lennon es ante el mundo un ícono de la paz, y su “Imagine”, la banda sonora de las buenas intenciones en casi cualquier rincón del planeta.” Como se podrá notar sólo se ha agregado “en casi cualquier rincón del planeta”. Quienes hemos tenido la oportunidad de disfrutar de la creación literaria de Bryce y, oh maravilla, saborear su conversación en plena selva, sólo tenemos que lamentar esta situación y por esa inmensidad creativa y ese permanente sentido del humor decir que también los grandes se equivocan. También los grandes plagian.

Pero también en Iquitos tenemos nuestras cochinaditas copionas. Les cuento. Hace algunos meses un artículo fue enviado a esta redacción por un novísimo colaborador que llegó hablando pestes –cosa que es muy frecuente, por lo demás, entre quienes frecuentan los medios de comunicación- de otro diario local. Héctor Tintaya, subdirector de esa época consideró –al igual que todos- que el artículo no merecía la pena. Pero por la insistencia del autor –cosa que en verdad es un grave error de este diario- decidimos publicar el texto. Pero por esas coincidencias de la vida el mismo artículo apareció el mismo día en el diario de la competencia. Con una singularidad: estaba firmado por otra persona. Es decir: un artículo apareció un día en dos diarios peri con diferente autor. La explicación que dio el colaborador –que por supuesto no apareció más por nuestra redacción y que, ¡fíjense!, pontifica sobre deontología periodística en una universidad local y sigue escribiendo en el diario del que habla pestes- es que de vez en cuando entregaba artículos a un periodista que sólo se encargaba de ponerlo como suyo y publicarlo. Esto dejaba mal parados a todos. A este diario, al de la competencia, al colaborador y al periodista que cogía el artículo. Pero así sucedió.

Hace un par de años una loquita del periodismo escribía una columna en un diario local. Por ese tiempo Terra había inaugurado su portal peruano y contrató para ello a varios periodistas. Jaime Bayli escribió un artículo sobre Laura Bozzo. Todos los días ingresaba a Terra para leer a Beto Ortiz, Jaime Bayli y otros. Y, por supuesto, leía los diarios locales. Grande fue mi sorpresa una mañana cuando el artículo escrito por Bayli aparecía en un diario local no como reproducción sino como escrito por esta orate de las comunicaciones, de la que no preciso mencionar su nombre. La justificación que encontré para ese plagio fue que como la enajenada “colega” tenía que cumplir con sus artículos diarios para hacerse acreedora a un pago por “honorarios profesionales” de una entidad pública no tenía mejor manera que copiando lo que otros escribían. Sólo borraba el nombre del autor y ponía el suyo. Años más tarde esta pobre loquita se hizo famosa por inventar noticias sin ningún sustento más que sus propios demonios.

A Alfredo Bryce se le “perdona” por sus méritos literarios. Claro que no se justifica. A los plagiarios charapas –hombres y mujeres- también se los perdona, aunque no por sus méritos literarios sino porque se comprende que has locos y locas que tienen que hacer cualquier cosa para ganarse la vida.

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